Pintxos, cuevas y un valle mágico
Es viernes, y tenemos la oportunidad de escaparnos, hacer más planes y salir. Este fin de semana cambia el tiempo y comienza el invierno, por eso tengo un plan diferente con muchos sitios en un solo post. Arranco:
El Valle del Baztan se encuentra entre Pamplona y el País Vasco, se trata, para mi gusto, de una de las zonas con más encanto que hay. Hasta hace poco gran desconocida y descubierta por muchos por la trilogía de libros de Dolores Redondo (libros que recomiendo, he estado híper enganchado, ¡¡quiero leer más de Amaia¡¡).
Mi propuesta sería viajar a Pamplona. Aprovechar para visitarlo (es una ciudad muy chula pero con un día de visita es suficiente, no da para más). Hacer noche allí, que hay mejores hoteles y mayores ofertas y, sobretodo, no perder la oportunidad de comer y cenar en Pamplona.
La oferta gastronómica en Pamplona es increíble, pero yo hago 2 recomendaciones de sitios:
Para comer, “Catachu”. Un restaurante por el centro que me gusta por un lado porque tiene un ambiente curioso que mezcla un “xoko” típico del norte donde comer con la cuadrilla con un restaurante de Malasaña (con aire retro). Por otro lado tiene un menú estupendo de precio con una carta muy extensa y una comida casera riquísima. Yo he ido varias veces por trabajo (está cerca del teatro) y personal y nunca decepciona.
Para cenar, irse de pinchos es lo que toca, y recomiendo el “Gaucho” uno de los mejores, podría alimentarme solo de sus huevos trufados (según lo escribo tengo antojo de comerlos).
Al día siguiente visita al Valle del Baztan. Está lleno de pueblecitos preciosos pero yo recomiendo parada obligada en Elizondo, uno de los pueblos con más encanto y más bonitos del valle. Lo ideal es pasear y perderse por sus calles y plazas, para los amantes de los libros existen tours para turistas que, con todo mi respeto jamás recomendaré, son oportunistas y no merece la pena (unido a mi repelús a todo lo que huela a turista y grupos de gente).
Con un poquito de tiempo no está lejos Zumarragurdi, conocido por las brujas y la peli de Alex de la Iglesia (Peli evitable donde sale el aún más evitable Mario Casas). Las cuevas merecen la pena ver pero evita las horas de turismo (son como walking dead que afean las cuevas). El pueblo no es gran cosa y cuidado, puedes llegar a pagar más por unas banderillas de aperitivo que por la caña en sí o pagar por ver las cuevas y que, para justificar el precio, te hagan 30 min. de senderismo por la montaña sin oler una cueva ni cerca.
Espero que os guste mi plan de sitios múltiples, si queréis más recomendaciones, direcciones o si vais, escribidme.